Ahora mismo comprar música me resulta tan caro como lo era en mi adolescencia. No se si es el precio de la música en sí, o el coste de la vida en general, pero actualmente no puedo permitirme comprar discos tan alegramente como hace 15 años. Por eso, antes de comprarme un disco, me lo bajo del Internet, me lo escucho varias veces, y si vale la pena, me gasto muy a gusto los veintitantos euros que cuesta un cedé.
Hace poco me bajé el último de P.J. Harvey, (aunque estuve tentado de comprármelo directamente porque me encantan todos sus discos), y resultó ser el típica obra de "madurez" aburrida y monótona que muchos artistas perpetran en periodos de autismo creativo. Puede que te hayas hecho mayor Polly Jean, pero yo esta moto no te la compro.
Curiosamente el fichero comprimido que me bajé contenía una carpeta con el nombre My Diet Pill. Dentro de la carpeta venían varias canciones y un fichero de texto en el que explicaba que My Diet Pill son un grupo francés de Nice que gracias a esta forma de autopromoción han dado ya más de 300 conciertos por toda Europa. Suenan a una revisión de R.E.M., Pixies, Ramones, y otros grupos de los 80'. La verdad es que están muy pero que muy bien. Ya estoy deseando que se dejen caer por aquí para verlos en directo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Pues no habia sentido hablar de ellos
Publicar un comentario